Algunos hábitos alimenticios pueden tener un efecto perjudicial en el hígado. Evitarlos y sustituirlos por hábitos más saludables es clave para mitigar el riesgo de desarrollar hígado graso.
Tu hígado es responsable de eliminar las toxinas de tu cuerpo, también es el órgano que ayuda a descomponer la grasa en ácidos grasos, lo que ayuda a mejorar la digestión. Hasta ahora, debes haber descubierto que hay un fuerte vínculo entre la salud del hígado y el sistema digestivo. Entonces, comer los alimentos equivocados puede afectar a tu hígado y no en el buen sentido. Lo más común que afecta a las personas es la enfermedad del hígado graso.
Sigue leyendo para entender el vínculo entre el hígado graso y sus hábitos alimenticios.
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La enfermedad del hígado graso no alcohólico, o NAFLD, es una de las causas más comunes de enfermedades hepáticas en todo el mundo. Básicamente es una enfermedad del hígado en la que hay una acumulación de grasa mayor a lo normal. Por lo general no presenta síntomas en sus etapas iniciales pero si no se diagnostica o no se trata, puede tener algunas complicaciones graves.
La obesidad y la diabetes son algunos de los factores comunes asociados al problema del hígado graso. Sin embargo, los hábitos alimenticios poco saludables, la falta de actividad física y un estilo de vida sedentario también están vinculados al riesgo de enfermedad del hígado graso.
De hecho, es sabido que la dieta juega un papel fundamental cuando se trata de la salud del hígado. Varios estudios encontraron una asociación positiva entre los hábitos alimenticios poco saludables y un mayor riesgo de NAFLD. (1,2,3)
Si bien no todos los alimentos son perjudiciales para su salud, hay algunos alimentos que pueden afectar a su hígado. Teniendo eso en cuenta, aquí hay una lista de alimentos que debe dejar de comer si tiene un mayor riesgo de desarrollar enfermedad del hígado graso.
Gran parte de los alimentos que compramos hoy en día son ricos en grasas saturadas y carbohidratos refinados, lo que no es bueno para su salud. Ésta podría ser una de las principales razones por las que la población más joven sufre de hígado graso incluso más que los ancianos. Sustituir el azúcar por cereales integrales y las grasas saturadas (como la mantequilla y fritos) por aceites vegetales naturales puede ayudar a mejorar el rendimiento de su hígado.
Si bien es necesario evitar los alimentos que son perjudiciales para la salud del hígado, también es vital añadir alimentos que la promuevan. Las personas que consumen una dieta con suficientes proteínas tienen un menor riesgo de desarrollar enfermedad del hígado graso en comparación con las que comen más carbohidratos y grasas.
Por otro lado, el exceso de proteínas tampoco es bueno. Un estudio publicado en la revista Liver International encontró que comer una dieta alta en proteínas y reducida en calorías puede ser perjudicial para el hígado. Lo mejor es llevar su ingesta de proteínas entre 1.0 a 1.5 g por cada kilo que pesa. Comer suficientes proteínas pero no demasiadas puede contribuir a evitar complicaciones como la enfermedad del hígado graso.
¿Te gusta comer comida frita al estilo callejero? No queríamos ser los portadores de malas noticias, pero estos alimentos no son los mejores para tu hígado. El estilo de vida urbano también nos lleva a comer alimentos fritos listos para comer, preenvasados, pero todo esto lleva al hígado graso. De hecho, debes evitar los alimentos fritos y rápidos, ya que son ricos en grasas, sal y calorías, todo lo cual es malo para la salud de tu hígado
No hace falta decir que el exceso de alcohol puede provocar varios problemas, incluida la enfermedad del hígado graso. Limitar su consumo de alcohol no solo puede evitar la enfermedad del hígado graso de origen alcohólico sino también lo ayudará a ser más consciente en lo que come. Los estudios han demostrado que el consumo excesivo de alcohol puede provocar cicatrices en el hígado lo que se asocia con enfermedades más graves como la cirrosis y el cáncer.
Aparte de estos, hábitos la rápida pérdida de peso y la desnutrición también conducen al hígado graso.
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Ciertos hábitos alimenticios como comer demasiado azúcar y alimentos grasos procesados pueden elevar su riesgo de la enfermedad del hígado graso. Sustituirlos por fuentes de alimentos saludables y nutritivas lo ayudarán a recuperar este órgano tan importante para su cuerpo. Además de hacer cambios en sus hábitos, consultar a su médico es clave para encontrar la causa y cuáles son los mejores cambios para usted.
Referencias
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