No es una novedad que el cigarrillo y un metabolismo óptimo son dos conceptos opuestos. Al fumar, se entorpece la síntesis de proteínas, así como los procesos de recuperación muscular. A largo plazo uno de los efectos del tabaco es la sarcopenia: degeneración muscular y pérdida de la fuerza de los músculos(2).
En la actualidad, el boom de la alimentación saludable y el fitness ha llevado a que las compañías tabacaleras se intenten adaptar a la situación. Lo que ha dado lugar al lanzamiento de los cigarrillos electrónicos y el IQOS en el mercado. ¿Realmente es mejor el cigarrillo electrónico?
Para responder a la pregunta debe determinar cuáles son los efectos del tabaco en el metabolismo.
Es sabido que fumar trastorna los procesos de recuperación muscular, del rendimiento deportivo y por tanto en el aumento de masa muscular.
Adempas, los fumadores tienen menor capacidad respiratoria máxima.
En el cigarrillo, el elemento más perjudicial es el monóxido de carbono. Una vez en la sangre, ésta molécula se une con la hemoglobina, y deteroira la capacidad que tienen los glóbulos rojos para transportar oxígeno. Como resultado, las células de los músculos, sufren de una falta de oxígeno considerable.
Se ha confirmado que el tabaco puede afectar a los telómeros, una parte del ADN directamente relacionada con los procesos de envejecimiento. Con el tiempo, este segmento se va acortando poco a poco y es la principal causa de la vejez. En el cuerpo de un fumador este proceso ocurre de forma más rápida.
Además, los estudios han confirmado que el tabaco propicia el desequilibrio del sistema hormonal. Por lo que no es un hábito compatible con las personas que hacen deporte. Los niveles de la hormona del estrés el cortisol aumentan. Lo que genera una menor producción de testosterona y hormona de crecimiento a largo plazo (3).
En promedio, el corazón de un fumador late un 30% más rápido que el de una persona no fumadora, este fenómeno aumenta la presión arterial y crea una carga adicional sobre el sistema cardiovascular durante el ejercicio. Estos hechos se hacen evidentes al comparar la fuerza y de un deportista fumador de uno que no lo es.
El corazón de un fumador funcionan de forma poco efectiva , en un deportista esto puede ser peligroso debido a que experimentarán una falta de aliento y aumento de la carga sobre el corazón. Un fumador crónico puede llegar a correr una maratón, pero al hacerlo, llevará a su corazón al límite de su capacidad.
Fumar genera una sobrecarga en el sistema nervioso, lo que causa irritabilidad, cambios de humor y trastornos del sueño.
Por otro lado, la nicotina interacciona con los efectos de la hormona del sueño, la melatonina. Por lo cual a un fumador le suele costar más conciliar el sueño.
Los cigarrillos electrónicos surgieron hace unos 10 años; durante este tiempo, tanto la tecnología como la actitud de los médicos hacia dichos productos ha cambiado significativamente.
Por ejemplo, las prohibiciones de fumar a bordo de un avión o en lugares públicos, comenzaron a extenderse también hacia a los cigarrillos electrónicos, vaporizadores y otros sustitutos del tabaco.
Las grandes compañías de cigarrillos como Philip Morris International están promocionando activamente su nuevo producto IQOS bajo el lema «calentar, no quemar». Fundamentando una menor cantidad de efectos del tabaco.
En este dispositivo electrónico realmente sólo se calienta y no se quema a altas temperaturas. Sin embargo, que estos dispositivos reducen los efectos del tabaco no ha sido confirmado por los científicos.
Un cigarrillo electrónico se define como un dispositivo capaz de calentar o vaporizar humo. El cigarrillo electrónico más común consta de tres partes: una batería, un generador de vapor y un cartucho.
La batería alimenta el generador de vapor que al calentar, provoca la evaporación de un líquido especial, así formando el vapor y al final una sensación similar al humo del cigarrillo. El líquido en el cartucho puede contener nicotina o no.
En la actualidad exisen una variedad de tipos de cigarrillos electrónicos. Desde los más clásicos, hasta pipas, vaporizadores con baterías, y de gran tamaño con tanques incorporados.
En 2016 el PMI aplicó el IQOS para la aprobación del nuevo producto en la FDA como un sustituto del tabaco con riesgo modificado en 2016. (5)
La inversión total en el proyecto IQOS superó los $ 5 mil millones.(1) La multinacional tabaqualera Philip Morris ve el futuro en este nuevo producto y pronostica un aumento en el mercado para los cigarrillos electrónicos de hasta un 40% para 2025.
Los vaporizadores IQOS son una versión actualizada de los cigarrillos electrónicos. La principal diferencia es que no se vaporiza el líquido aromático sino se calienta tabaco seco real.
En teoría, en los dispositivos IQOS, se reducen algunos de los efectos asociados al fumar. Esto es debido a que no ocurre combustión, y por lo tanto algunos compuestos negativos podrías no llegarse a generar. ¿Qué dice la ciencia?
La respuesta a si es mejor el cigarrillo electrónico IQOS a que fumar un cigarrillo común ha generado controversia en la comunidad científica.
Las investigaciones realizadas por parte de las tabacaleras fundamentan que cuando una persona fuma un cigarrillo normal, este crea una combustión. En la combustión se crean compuestos tóxicos como el monóxido de carbono (CO).
Al fumar IQOS el proceso de combustión no ocurre gracias a que el tabaco es calentando a una temperatura regulada de unos 300 ºC.
En contrapartida, un estudio realizado por Naoki Kunugita, un reconocido científico neumólogo japonés; declara que las concentraciones de nicotina son iguales tanto en cigarrillos comunes como en los cartuchos IQOS.
Dichas investigaciones confirmaron la presencia de TSNAs, y CO. Si bien en menor concentración, pero presentes al fin.
Naoki desalienta el consumo de cualquier tipo de forma de tabaco en su trabajo.
Los ingredientes de los cartuchos IQOS no han sido publicados pero es probable que sean similares a los del tabaco normal. Lo que si se sabe es que la composición del aire de los IQOS no escapa completamente de elementos cancerígenos.
Las hojas de tabaco común de cigarrillos Marlboro pueden contener azúcar invertido, hidróxido de amonio, extracto de regaliz, derivados de cacao, y una serie de saborizantes «idénticos a los naturales»(2).
Cada uno de estos ingredientes agregados juega un rol diferente. Por ejemplo el hidróxido de amonio mejora la calidad del tabaco (aunque también es un potencial carcinógeno). La regaliz ayuda a «abrir» los pulmones, lo que aumenta el nivel de absorción de la nicotina.
En cuanto a los saborizantes, las campañas de tabaco han sido criticadas por el hecho de que el objetivo principal de estas sustancias es aumentar la dependencia del hábito de fumar(3).
La Organización Mundial de la Salud insiste en una prohibición total de los cigarrillos electrónicos, vaporizadores y dispositivos similares. Citando el hecho de que los efectos en la salud humana no se han determinado aún. Los productos son cambiados constantemente y no hay tiempo para rastrear sus consecuencias.
Su respuesta es sólida: «Bajo la apariencia de un juguete, están tratando de vendernos un veneno extremadamente tóxico que causa una gran dependencia».
Si bien no ha pasado el tiempo necesario para determinar si el cigarrillo electrónico es mejor o realmente más dañino. Se ha confirmado una tendencia de efectos similar.
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