La investigación sugiere que comer alimentos ultraprocesados está asociado no solo con el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y obesidad, sino también con la formación de adicción a la comida, caracterizada por la incapacidad de rechazar dichos alimentos. (1,2)
Dicho esto, la lista de alimentos ultraprocesados incluye no sólo papas fritas y chips, sino también pizza, hamburguesas, pasteles dulces, jugos multifrutas, chocolate e incluso helados. A muchas personas les gusta tanto el sabor de este tipo de comida que están dispuestas a correr riesgos por su figura (y su salud), esto es un ejemplo típico de adicción.
Alimentos ultraprocesado es un término que amplía y complementa la conocida «comida rápida». Dentro de esta categoría se incluyen a los alimentos preparados industrialmente y listos para consumir que pueden almacenarse durante mucho tiempo sin condiciones especiales.
Para hacer alimentos ultraprocesados, generalmente se usan ingredientes con pocos nutrientes y cargados de calorías. Algunos ejemplos son azúcar refinada, harina blanca, leche ultrapasterizada y grasas vegetales procesadas (margarina, grasas industriales).
El consumo de alimentos ultraprocesados es muy alto, sobre todo en las poblaciones que viven en las ciudades. En cifras, en muchos países los alimentos ultraprocesados representan más de la mitad de la ingesta calórica diaria. (3) Estos alimentos se consideran sabrosos, asequibles y baratos. Y este es precisamente el principal problema de su uso excesivo.
Los alimentos ultraprocesados comúnmente contienen cantidades más altas de grasas, carbohidratos simples y sal que los alimentos naturales. Mientras que la fibra vegetal, las vitaminas, los minerales y otros nutrientes necesarios para el funcionamiento del cuerpo están ausentes.
Los carbohidratos simples o rápidos aumentan drásticamente el nivel de azúcar en la sangre (que, cuando se baja, genera una sensación específica de fatiga, que impulsa las ganas de comer). Las grasas trans también presentes, pueden actuar como carcinógenos, alterando el funcionamiento normal del metabolismo e incluso del cerebro.
A su vez, muchos alimentos ultraprocesados contienen un alto contenido de sal y aditivos. Esto es tanto para resaltar el sabor como para la extensión de la vida útil. El exceso de sal y aditivos se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Además, la OMS recomienda evitar por completo los productos cárnicos procesados debido a su carcinogenicidad.
A pesar de que la mayoría de las personas son conscientes del posible daño de los alimentos ultraprocesados, no pueden negarse por completo a usarlos, e incluso ocasionalmente se sienten mal por comerlos en exceso.
En este contexto, existe otro problema: es extremadamente difícil para los amantes de los alimentos ultraprocesados seguir una plan de alimentación saludable y estable.
El secreto del potente sabor de los alimentos ultraprocesados es la combinación de carbohidratos, grasas, sal, espesantes, colores y saborizantes de rápida digestión. En algunos casos, el glutamato monosódico se puede utilizar como potenciador del sabor.
Los científicos señalan que comer alimentos ultraprocesados desarrolla tolerancia. (2) Es decir, gradualmente una persona siente la necesidad de consumir más y más para llegar al mismo estímulo. Además, el sabor de la comida «normal» empieza a parecer demasiado insípido y poco interesante.
Además, la textura también cumple su papel; es sabido que a muchas personas les gustan los alimentos crujientes. El crujido se puede lograr friendo en aceite o usando carbohidratos refinados (por ejemplo, en el horneado). En muchos casos la comida natural no es capaz de alcanzar tales características.
La lista completa de alimentos ultraprocesados incluye miles de alimentos que van desde caramelos, pan blanco, pizzas congeladas y fideos instantáneos hasta pasteles, galletias, jugos, mayonesa, y quesos procesado.
En última instancia, es más fácil describir lo que definitivamente no se trata de los alimentos ultraprocesados: cereales integrales, legumbres, frutas y verduras (incluidas las congeladas), huevos, champiñones, nueces frescas, carne entera y productos lácteos «caseros».
Aquí va una lista de alimentos ultraprocesados que deberías evitar:
El aumento de la cantidad de los alimentos ultraprocesados, en parte se debe al deseo del fabricante de vender más. Es por ello que se utilizan tanto envases como publicidades más atractivas. Así como el uso de diversos aditivos pensados para hacer que el sabor y textura del producto sea lo más agradable posible para el consumidor.
Además, la búsqueda de un precio bajo obliga a ahorrar en ingredientes. Por ejemplo, en lugar de grasas saludables, los productos ultraprocesados utilizan aceite de palma refinado. En las bebidas o jugos de frutas en lugar del propio azúcar de la fruta, se utilizan saborizantes y jarabe de fructosa, significativamente más barato y dañino.
Los alimentos ultraprocesados son alimentos elaborados con ingredientes altamente refinados y son fáciles de comer. Los estudios científicos muestran que el consumo de dichos alimentos no solo es perjudicial para la salud, sino que también puede generar adicción a los alimentos.
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