Neuroplasticidad, depresión y ansiedad

Se ha hablado de la neuroplasticidad como el mayor avance médico de los últimos cien años. La idea de que nuestro cerebro puede cambiar su estructura y función a través de la experiencia se consideró herejía hace solo unas décadas. Ahora sabemos que el cerebro está cambiando y adaptándose constantemente a la experiencia.

La nueva comprensión de que el cerebro está en constante cambio nos ha permitido comprender mejor muchos problemas que tradicionalmente se han considerado difíciles de tratar.

La ansiedad y la depresión son uno de esos problemas. Comprender la neuroplasticidad permite a las personas tratar la ansiedad y depresión mediante intervenciones neuroplásticas específicas.

Sigue leyendo para saber cómo la ansiedad y la depresión están conectados con la neuroplasticidad y qué dice la evidencia científica sobre esto.

Neuroplasticidad y depresión

La conexión entre la neuroplasticidad y la depresión es una buena / mala noticia.

La mala noticia es que, cuando se trata de trastornos psiquiátricos, existe una especie de neuroplasticidad negativa; la depresión puede causar daño al cerebro, fomentando las vías no saludables y desalentando las sanas y adaptativas. (3)

En particular, se ha confirmado que los cambios en la plasticidad neuronal inducidos por el estrés y otros estímulos negativos juegan un papel importante en la aparición y desarrollo de la depresión. (3,4)

La buena noticia es que algunos tratamientos para la depresión parecen ser capaces de detener el daño y tal vez incluso revertirlo.

La investigación sobre la neuroplasticidad nos ha demostrado que «sus comportamientos cotidianos pueden tener efectos medibles en la estructura y función del cerebro», lo que puede ofrecer curación y recuperación de trastornos psiquiátricos. (2)

Puede que no sea fácil y puede requerir un esfuerzo sostenido, pero tenemos la capacidad de «remodelar» nuestro cerebro a cualquier edad de manera que nos ayude a funcionar mejor y revertir la depresión.

Usar la neuroplasticidad para ayudar con la ansiedad

Los mismos principios que se aplican para la depresión, se aplican para controlar y tratar los trastornos de ansiedad. Nuestros cerebros también son perfectamente capaces de recablearse y remodelar para mejorar nuestra capacidad de controlar la ansiedad.

Sin embargo, según los expertos: cualquier cambio cerebral es a expensas de otros cambios. El desarrollo de estas partes de nuestro cerebro que desencadenan la ansiedad sin esfuerzo, destruyen las que ayudan a la calma y la confianza.

No es suficiente simplemente detener la ansiedad en un momento dado. El cableado de la ansiedad todavía está ahí en el cerebro esperando a ser activado.

Por tanto, para combatir la ansiedad con la neuroplasticidad necesitamos crear un cableado competitivo que sea específico de lo que queremos lograr. Sin esto, estamos en bucle sin fin de ansiedad sin una vía neuronal que nos lleve hacia adelante.

Estos cambios cerebrales permanentes se pueden lograr mediante la adaptación y el cambio de patrones de pensamiento, a través de patrones de recuerdo y memoria, ejercicios de respiración, patrones de ojos, modificación de hábitos posturales, aumento de la conciencia corporal, focalización en los sentidos, entre otros. (1)

RESUMEN

Las investigaciones sobre neuroplasticidad han confirmado que este proceso es alterado en personas con depresión y ansiedad. Lo emocionante es que sabemos que podemos cambiar esto. Puede requerir concentración y repetición, pero el cambio es posible.

Básicamente, la neuroplasticidad se puede aplicar para ayudarlo a controlar, tratar y tal vez incluso curar la ansiedad y la depresión, pero requiere algo de tiempo y esfuerzo.