A medida que se acumula información sobre la relación entre el índice glucémico, el hambre y la saciedad, se confirma que ésta no es tan directa como se creía hace unos años.
A medida que se acumula información sobre la relación entre el índice glucémico, el hambre y la saciedad, se confirma que ésta no es tan directa como se creía hace unos años.